GreenVenus, LLC, una empresa de biotecnología especializada en ingeniería genética para la agricultura sostenible, anunció un logro innovador en la edición de genes de paltas y la regeneración de plantas. Los científicos de GreenVenus modificaron con éxito un gen clave asociado con el oscurecimiento de la fruta, abriendo nuevas posibilidades para producir paltas de mayor.

GreenVenus, LLC, una empresa de biotecnología especializada en ingeniería genética para la agricultura sostenible, anunció un logro innovador en la edición de genes de paltas y la regeneración de plantas. Los científicos de GreenVenus modificaron con éxito un gen clave asociado con el oscurecimiento de la fruta, abriendo nuevas posibilidades para producir paltas de mayor calidad.
El consumo y el comercio mundial de paltas han experimentado un crecimiento notable, pero existen aún desafíos comerciales. Un proceso enzimático natural en la fruta de la palta conduce a un pardeamiento significativo cuando la pulpa se expone al aire, lo que genera pérdidas económicas y reduce el atractivo para el consumidor. GreenVenus asumió el desafío de abordar este problema aprovechando el poder de CRISPR para desarrollar una solución sin OGM.
Usando la edición CRISPR, GreenVenus produjo con éxito múltiples líneas de palta con mayor resistencia al pardeamiento al “eliminar” un gen clave en la vía del pardeamiento, la polifenol oxidasa (PPO). Varias variedades comerciales de élite están en proceso de desarrollo; algunos están actualmente bajo análisis.
“Resolver el desafío de editar paltas y regenerar plantas a partir de células individuales requería algunas soluciones únicas, y estamos encantados de que ahora tengamos un método que funciona en variedades comerciales clave”, dijo Walter Viss, vicepresidente de biología celular y estrategia de GreenVenus.
Este avance representa un gran paso adelante en el campo de la producción de paltas y promete grandes beneficios para agricultores, distribuidores y consumidores por igual. Las paltas resistentes al parcelamiento reducirían el desperdicio y mejorarían la vida útil posterior a la cosecha, brindando a los agricultores y distribuidores ventanas más amplias para vender la fruta. Además, los consumidores pueden disfrutar del mismo gran sabor y los beneficios nutricionales sin preocuparse por el oscurecimiento de la fruta, lo que facilita su incorporación en la vida diaria.